Oh río Almarchar, joya del Valle del Genal, eres un regalo divino de la madre naturaleza, que con tus aguas cristalinas y tus laderas de roca das vida y frescura a esta tierra de belleza. Tu corriente es un baile suave y apasionado, que se desliza entre los verdes del paisaje, y tu sonido es música para los oídos, que deleita al alma y alivia el corazón de todo pasaje. En tus orillas, los árboles se inclinan hacia ti, y sus hojas se reflejan en tus aguas con brillo, mientras los pájaros y las mariposas te visitan con la alegría de un regalo en el bolsillo. Eres un oasis en medio del valle, una fuente de vida para plantas y animales, y tu presencia es un galardon que hace que este mundo sea aún más agradable. Oh río Almarchar, eres el orgullo del Genalguacil, un tesoro que cuidamos con esmero y dedicación, y con cada gota que fluye en tu cauce te aseguramos nuestro amor y nuestra protección. Que tus aguas sigan fluyendo por siempre, y que nunca te falte la vida ni la armonía, porque eres un patrimonio que debemos cuidar, y una belleza que siempre recordaremos con alegría. |
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